La congresista cubana-estadounidense María Elvira Salazar, espera aprobar una ley denominada PANA, no sé a ciencia cierta qué significa o si es un acróstico, asumo que como aquí en Venezuela decir: “ese es mi pana”, ella pensó que usar esa expresión generará empatía para atacar al pueblo venezolano, al gobierno de Nicolás Maduro o a la revolución bolivariana. Lo que sí sé es que con esa normativa, por llamarla de alguna forma, intenta “convertir los recursos confiscados a funcionarios chavistas en fondos para la reconstrucción de Venezuela tras la salida de Maduro”. Salazar ha utilizado las plataformas y redes sociales para socavar el socialismo bolivariano, con mensajes precisos en clara alusión a un golpe de estado, o como muchos disociados esperan que ocurra, una extracción; lo cierto es que esa mujer espera justificar con esa “ley” el asesinato del presidente Maduro y por supuesto de Diosdado Cabello, Padrino López, Delcy y Jorge Rodríguez, así como todo el gabinete nacional, gobernadores y diputados a la Asamblea Nacional, al establecer que: “Una vez que el dictador y sus amigos desaparezcan, habrá que reconstruir ese país destruido por 26 años de socialismo. Esta ley toma el dinero robado y lo convierte en herramienta para la libertad”. La congresista republicana por Florida, lugar donde reside la gusanera mayamera, tendrá que venir y ver que los recursos que ella asegura se han robado, están convertidos en obras como el Cardiológico Infantil de Caracas, el puente Orinoco en Bolívar, los miles de kilómetro de carreteras que se han refaccionado en toda la geografía venezolana, el hotel Humboldt, la construcción de los Centros de Diagnóstico Integral, CDI, la entrega por más de 6 años de las bolsas Clap, el pago para operaciones de corazón abierto a miles de personas, dotación de los centros educativos, creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela y pare de contar. Lo de María Elvira es como para pensar que la cocaína la tiene loca, fíjense, ella ha asegurado que tienen 4 mil millones de dólares confiscados al gobierno de Maduro, tras las sanciones económicas y que espera que por lo pronto esa cifra se duplique, en otras palabras, está desesperada en gastar ese dinero, pero como no puede hacerlo sin que sus propios afectos venezolanos -entiéndase, los escuálidos- prefiere aprobar una ley que de pana no tiene nada de PANA. Hay que dejar claro que las sanciones han matado a miles de niños, mujeres, hombres y adultos mayores al no poder ser intervenidos quirúrgicamente, producto que los recursos para cubrir esos costos están en poder de los bancos europeos y gringos, al tiempo que al gobierno de Maduro no le permiten comprar insumos, de allí la necesidad de profundizar alianzas con China y Rusia.
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