Más de 5 días de protestas callejeras antimigratorias han tenido como escenario Los Ángeles, «ciudad santuario», válgame Dios, luego que el presidente estadounidense: Donald Trump, impusiera su visión particular sobre los procedimientos jurídico para efectos de deportar a extranjeros. Trump, descendiente de inmigrantes alemanes nacistas, acusa a Claudia Sheinbaum, presidente de México, de alentar estas protestas; porque es mejor buscar culpables que asumir la responsabilidad, la situación se ha salido de control en Los Ángeles, tanto así que la alcaldesa Karen Bass, ha ordenado toque de queda en todas las áreas del centro de la ciudad, al tiempo que Trump ordenó la movilización de dos Marines y tropas de la Guardia Nacional, en una claro enfrentamiento con la normativa federal, así como reprimir a los manifestantes, pero más allá de eso, imaginar que en los EEUU hayan protestas, quemadera de cauchos, potes de basura, colocar barricadas de piedras y escombros en sus principales calles y avenidas ¡Por favor! Lo cierto es que la administración del catire está recibiendo la moneda con la que ellos le pagan o le han pagado a Libia, Siria, Panamá, Cuba, Nicaragua, Venezuela y tantas naciones más. No es cuestión de alegrarse, es cuestión -en el caso de los venezolanos que están en el ojo del huracán- de volcar la mirada hacia los que estimularon a esos connacionales a irse porque «Maduro es un dictador y el socialismo te va a quitar tus hijos, tu casa y tus propiedades, no vez que en los Estados Unidos si hay democracia, se respetan los derechos humanos y cristaliza el sueño americano». Los que están allá pasando las de Caín deberían preguntarle a María Corina Machado, Juan Guaidó, así como a Julio Borges, Edmundo González, Antonio Ledezma, Leopoldo López y tantos más, sí el cuento que Venezuela está aislada, Venezuela está débil, Venezuela es una enfermedad contagiosa que se propaga por toda Latinoamérica y los Estados Unidos, vale como para separar a familias, a madres de sus hijos y a hermanos de sus hermanos.
Todo indica que la situación contra los migrantes tomará ribetes fatales, ya que: «Hay más tropas estadounidenses en Los Ángeles que en Irak y Siria», tal como lo tituló el portal de noticias: www.aporrea.org y no es como para sorprenderse, debido a que Trump siempre ha estado en guerra, especialmente con él mismo, desde su reality show, El Aprendiz, hasta su segunda presidencia, Trump ha demostrado su carácter belicista, se peleó con Ivanna, se peleó por Putín, con Ángela Merkel, con Elon Musk y ahora se pelea con los migrantes, quienes son en esencia el motor que mueve el sector primario y áreas como mantenimiento, servicios y supervisión de la infraestructura residencial, comercial e industrial ¡Ah! pero no es pendejo, no se ha peleado con Benjamin Netanyahu, asesinos de inocentes en Palestina y toda la franja de Gaza.
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