Maduro, desde el histórico Saman de Güere, donde el Libertador Simón Bolívar estuvo durante la Campaña Admirable, cuestionó las acusaciones de Trump: «Presidente Donald Trump, le envío un mensaje desde aquí: no se deje envenenar más contra Venezuela.
Lo están envenenando todos los días con mentiras», afirmó. El mandatario venezolano criticó un decreto emitido por Trump que afirmaba que Venezuela no estaba dispuesta a recibir migrantes, y destacó que Venezuela ha estado enviando aviones para buscar y traer a sus compatriotas. «Si los vamos a buscar con nuestros aviones, ¿cómo es posible que no los aceptemos?», exclamó Maduro.
En su intervención, Maduro insistió en que Trump está siendo manipulado de la misma forma en que lo fue durante su primer mandato, cuando se le «envenenaron» las ideas sobre Venezuela. «Yo salgo en defensa de la dignidad, del honor y la decencia del pueblo valiente de Venezuela y de la migración venezolana en Estados Unidos», agregó. «Ya basta de campañas de descrédito, ya basta de mentiras», expresó con firmeza.
Por su parte, la Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que condenó «enérgicamente» lo que considera una «campaña de estigmatización y criminalización» contra el pueblo venezolano por parte del gobierno estadounidense, expresada a través de las nuevas restricciones a las visas de ciudadanos venezolanos. El comunicado también señaló que esta acción fue impulsada por el actual secretario de Estado, Marco Rubio, a quien Venezuela acusa de tener una postura hostil hacia el país y de haber hecho de la agresión a Venezuela una constante en la política exterior de EE.UU.
«Marco Rubio ha hecho de la agresión sistemática hacia el pueblo venezolano una prioridad en su agenda, contando con el apoyo de la ultraderecha venezolana», concluyó la Cancillería.