domingo , junio 15 2025

APUNTES PARA UNA SEMBLANZA DE DON PEDRO PARALES 

En realidad, si queremos hablar de la poesía popular, música llanera, creatividad o literatura en general, es necesario tener presente la voz y la experticia del maestro y llanerólogo Pedro Antonio Parales Ramírez, quien, desde la escuela y/o desde la intimidad de su hogar, ha logrado construir una imagen propia a través del hacer pausado, prudente y silencioso, patentada en una valiosa obra, que seguramente irá tomando importancia y se hará trascendente con el transcurrir del tiempo.
Pedro Antonio Parales Ramírez, desde su sencillez ha sido, es y seguramente seguirá siendo prototipo del maestro integral, ese que además de sus ilustrativas y sabias lecciones ofrecidas desde distintos escenarios y, sobre todo, con el ejemplo en el diario accionar, ejerce acción ductora. Pues, tras ese mutismo propio de los sabios y esa aparente timidez innata, aparecen como en los amaneceres de la sabana árida, fulgurantes rayos de luz que se expanden con matices distintos y sorpresiva voluntad hacia los más disimiles caminos de la patria universal.
El poeta Pedro (Pedrito) Parales, como fraternalmente le conocemos, nació en Arauca el 14 de agosto de 1961 y, por allí se formó como todos los niños de su época, picando troyas en Semana Santa y montando caballitos de palo en los arenales del rio que más tarde se le hizo canción, para irse cabalgando llanuras en la voz de los juglares. Así se presenta en todas partes con el rio como emblema. Y, aquí cabe citar al filósofo Liborio De la Torre, cuando expresó este fragmento que raya en la exegesis: “…yo tengo el corazón de agua…pero de un agua eternamente musical, como el río que pasa canturreando sus misterios, allá por la barranca sombría de los guamales envejecidos”. He ahí que, intuimos el poeta natural diría desde sus profundidades: “Arauca es una canción/ que recogió el canoero/, la noche de las tristezas/ bajo el cielo azul llanero/, mientras remontaba sueños/ siguiendo un amor viajero/”.
Don Pedrito no estudió mucho, pero aprendió bastante, pues, aprendió a querer al al pueblo, su cultura, sus sentires, sus tradiciones y, una tarde de esas que son más tristes que las otras, comenzó entre rescoldos de sueños a convertir en poemas sus recuerdos o sus nostalgias y, por allí fueron naciendo muchas de esas canciones que, hoy forman parte del patrimonio musical araucano y llanero, entre los que podemos destacar; Camino de Arauca Viejo, entre muchas otras.
En tanto, sabemos que aparte de su paso por la escuela, donde se apropió de lo fundamental, utilizando distintos métodos ha logrado con el trascurrir de los días una sólida formación humanística. Desde donde ha alcanzado profundizar en el estudio de las bellas artes, su exclusiva vocación.
Pero, don Pedro es sobre todo es un ser humano muy especial…un poeta que le ha escrito a las cosas más disimiles; la ciudad de paso, al medio ambiente, a los niños, al paso real de Arauca, al Arauca viejo, a la guarura de los canoeros, a los abuelos, héroes olvidados, orates, indigentes, prostitutas, personajes excéntricos, paisajes decadentes, aves sin nombre, sonidos acuáticos, murmullos y voces percibidas desde su propio silencio… es decir todas esas cosas sensibles y aun cuasi imperceptibles, encuentran eco en los versos pedroparaleros.
Con su canción Camino de Arauca Viejo, nos hace retrotraernos a esos tiempos de la infancia, cuando tal vez por la edad lo que más añorábamos, era la libertad implícita en los orígenes de nuestra raza, la cual con el paso del tiempo y las transformaciones se nos convierte en nostalgia. Pero, ello nos invita a un paseo por esa historia que no se escribe con letras alfabéticas, pero que está implícita en los bosquejos de la oralidad y/o de la cotidianidad.
Este buen ser humano a pesar de su vida perturbada, realizando a veces los más disimiles oficios o responsabilidades, nunca se ha desligado de la actividad creadora, pues, según le oímos decir a un admirador silencioso de su trabajo: “Pedrito -como también distinguíamos a su progenitor, el gran coplero araucano- es el eterno gestor cultural de Arauca y los llanos del Orinoco”. Bandera ineluctable es el Festival de La Luciérnaga
Hoy, estamos frente a un compromiso enorme, pues, no es fácil, tratar de interpretar en cortas líneas, la imagen de un hombre de esos, que a veces se dificulta distinguir entre ellos y el poema, pues, en esos casos hombre y poesía son uno mismo. En tanto, apenas logramos pergeñar estos apuntes para una semblanza, con motivo de su homenaje en la VI Feria Internacional del Libro de Arauca, esperando que, el fruto de los días por venir, siga siendo faro de luz para orientar a las generaciones sucesoras.
*Fragmento del discurso ofrecido para presentar a don Pedro Parales, homenajeado en la VI Feria Internacional del Libro de Arauca.
*Poeta. Escritor. Maestro Honorario del Centro Nacional de Historia y UNEARTE, Venezuela. Miembro de Número la Academia de Historia Ramón Nonato Pérez, Trinidad Casanare Colombia y Miembro Correspondiente de la Academia de Historia Antonio Nariño, Bogotá Colombia. Cronista de Boconoíto.

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