La revista especializada Pollstar estima que la gira global del pop de la superestrella estadounidense recaudó alrededor de $2,000 millones de dólares. Esta cifra supera con creces el récord anterior de $939 millones de dólares, obtenido por Elton John en su gira «Farewell Yellow Brick Road Tour».
La gran demanda de entradas para los conciertos de Swift provocó que la página de venta de entradas, Ticketmaster, se colapsara en varias ocasiones. Además, la revista The New York Times describió la noche de apertura de «The Eras Tour» en Glendale, Arizona, como una «clase magistral».
La penúltima parada de la gira fue en Toronto, donde Swift realizó seis conciertos a lo largo de dos fines de semana. Según una organización turística local, estos eventos generaron unos ingresos aproximados de $199 millones de dólares estadounidenses para la economía local.
Mientras estuvo de gira, Swift también utilizó su influencia para apoyar a la candidata demócrata en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Este hecho generó fuertes críticas del presidente electo, Donald Trump, quien expresó su disgusto en su red social, Truth Social.
La gira de Swift se enfrentó a desafíos significativos, incluyendo la cancelación de tres conciertos en Viena debido a una amenaza de bomba y la postergación de un concierto en Rio de Janeiro por la muerte de un fan debido a una ola de calor. Sin embargo, la cantante se mantuvo resoluta, demostrando resistencia y energía durante sus presentaciones, que tuvieron una duración media de casi cuatro horas.
Finalmente, Swift logró mantener la atención del público fuera del escenario, incluso durante la celebración del Super Bowl, donde su pareja, Travis Kelce, mariscal de campo de los Kansas City Chiefs, participó. La artista logró llegar a tiempo para el partido después de un concierto en Tokio, generando gran expectación en los medios y las redes sociales.