Gil expresó su descontento en un mensaje publicado en Telegram, enfatizando que Venezuela no tolerará más comentarios sobre su soberanía. «Detenga ya la charlatanería confeccionada desde el norte. Las consecuencias las lamentará profundamente, ya se lo hemos advertido», afirmó el canciller venezolano. Además, criticó a Murillo por convertir la diplomacia colombiana en «una diplomacia de micrófono», sugiriendo que su país tiene mucho que enseñar sobre democracia.
El desencuentro se intensificó cuando Murillo respondió a las acusaciones de Gil, defendiendo la postura de Colombia. En sus declaraciones, el canciller colombiano reiteró el compromiso de su país por promover la transparencia, asegurando que sus acciones se rigen por el respeto mutuo y el equilibrio diplomático. «Nosotros continuaremos promoviendo la transparencia y la legitimidad democrática, siempre con un enfoque de no injerencia en los asuntos internos de otros países», manifestó en la red social X.
Este cruce de declaraciones refleja la tensión persistente entre ambos países, especialmente en el contexto de las críticas hacia el proceso electoral en Venezuela y la postura del gobierno colombiano liderado por Gustavo Petro, que ha mantenido un enfoque de respeto hacia la soberanía de Venezuela. (Versión Final)