De acuerdo con BioBio Chile, su pronunciamiento llega a consecuencia del rechazo internacional al “Plan de la Victoria”, que pedía ayuda militar urgente para forzar a Rusia a negociar una paz que no implique la cesión de territorios ucranianos.
La semana pasada, en un encuentro con periodistas, Zelenski expresó: “(Si) nosotros no atacamos su infraestructura energética y ellos no atacan la nuestra. ¿Podría llevar esto a un final de la fase caliente de la guerra? Yo pienso que sí”, dijo Zelenski la semana pasada en un encuentro con periodistas.
Al parecer, representantes de Ucrania y de Rusia ya habrían iniciado contactos para este cese de los ataques mutuos contra objetivos relacionados con la energía. Esto daría garantías a Kiev de afrontar el invierno sin nuevos bombardeos a sus centrales eléctricas y pondría fin a la destrucción con drones ucranianos de refinerías rusas.
Estas conversaciones para una tregua en este capítulo serían la reanudación de un proceso que ya se habría dado este verano con la mediación de Catar, que sigue facilitando los contactos, y que descarriló, según se dijo en su momento, debido al comienzo a principios de agosto de la operación transfronteriza ucraniana en el óblast ruso de Kursk, donde Kiev controla una parte del territorio.
El llamado Plan de la Victoria presentado por Kiev pide a sus aliados que doten de inmediato al Ejército ucraniano de suficiente material militar, así como de armamento de largo alcance para poder estabilizar el frente y empezar a atacar de manera más sistemática territorio ruso.
Según los cálculos de Kiev, de materializar sus principales socios el plan, Rusia se vería obligada a sentarse a negociar la “Fórmula de Paz” en una segunda cumbre internacional que Ucrania aspira a organizar antes de final de año.
Sin embargo, ninguno de los aliados de Ucrania capaces de proporcionar este nivel de ayuda militar ha dado señales de estar interesadas en satisfacer estas demandas de Kiev, que de momento ha de conformarse con seguir a la defensiva en el frente mientras se abre a un compromiso puntual que no pondrá fin a las hostilidades. No obstante, ayudaría a ambas partes a sobrellevar el desgaste de dos años largos de guerra.