martes , marzo 25 2025

JORGE APONTE: EMBLEMA CULTURAL DE LOS AROMOS

Todos los pueblos tienen sus personajes populares, queridos o preferidos, a los cuales exhiben -a veces por épocas, aunque siempre se quedan por allí en el corazón o en el sentir- como estandarte o representantes de su identidad, condición que estos se ganan por sus comportamientos, aptitudes y, algunas veces hasta por sus particularidades y/o excentricidades, por ejemplo; algunos son artistas vocacionales, que ejercen sus oficios desde su propia humildad y sin intereses usufructuarios.
Los Aromos, caserío ubicado en el corazón del llano, ha tenido –en este sentido- a lo largo de su historia extraordinarios actores o protagonistas brillantes, los cuales se han hecho muy visibles en las más distintas épocas, como, por ejemplo; don Luis Ojeda (músico y legendario trovador) quien trajo el primer bandolín a esta región, Pedro “El Chingo” Pérez (músico y afamado coplero), Valentín Mendoza (ejecutante de bandola y cantante), Juan Ojeda (músico y poeta), Emilio Díaz (coplero), José Dolores “Sabañón” Cordero (coplero y bohemio) y Jorge Aponte (cantante y bohemio) quien actualmente lleva el estandarte.
Jorge Aponte, hijo de don Ramón Fajardo y Juana Aponte -quienes murieron con más de cien años entre pecho y espalda, allá en su rancho en el Vegón de Santa Rosa, donde, mientras el viejo atendía su topochal doña Juana cuidada un patio repletos de gallinas, patos, pavos y otras aves-, nació en un sitio conocido como La Burra y, por ahí se formó trabajando en los fundos y las sementeras, pues, su trabajo siempre ha estado ligado a las labores agrícolas, es decir, que parafraseando la canción del casanareño Nolberto Encinosa -El Yaguazo- “sigue sintiendo en sus manos, los cayos de la peinilla, que le siguen recordando que la humildad no se humilla”, porque su vida se la ha ganado humildemente “jalando machete”.
Este personaje que, según sus propias palabras le ha tocado sortear momentos extremadamente difíciles, como cuando creyó que había muerto producto de una intoxicación etílica, hoy es el personaje más emblemático, respetado y admirado del caserío Los Aromos. Pues, no hay fiesta, reunión u otra celebración social donde no esté presente la afinada voz del popular cantautor “Caballon”, quien siempre carga un talego de canciones, dispuestas para deleitar, compartir y complacer hasta las más exquisitas exigencias.
Y, por ahí anda el pariente como un Quijote, blandiendo la espada de sus versos por los caminos empolvados y soledosos de La Yeguerita, El Espiriteño, El Palito, Chorrosco y Las Cañadas, alegrando las fiestas y las tardes calurosas de los silenciosos vecindarios.
 Luis Mendoza Silva
*Poeta. Escritor. Maestro Honorario del Centro Nacional de Historia y UNEARTE, Venezuela. Miembro de Número la Academia de Historia Ramón Nonato Pérez, Trinidad Casanare Colombia y Miembro Correspondiente de la Academia de Historia Antonio Nariño, Bogotá Colombia. Cronista de Boconoíto.

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