LA LUCHA SINDICAL EN EL SECTOR PÚBLICO SE VOLVIÓ UN ESPEJISMO al no visualizarse logros que le devuelvan la esperanza a los trabajadores sindicalizados, al parecer esas esperanzas se esfuman una vez que el sindicato pasa a ser federado mediante afiliación que se convierte en un cheque en blanco que le permite a las federaciones tomar decisiones que no siempre son las mejores para la clase trabajadora del sector que sea.
Con la llegada del socialismo del siglo 21 el patrono comenzó a manejar las reglas de juego creándose ellos mismos sus propias federaciones, organizaciones que al margen de las verdaderas aspiraciones de los trabajadores del sector público terminan firmando contratos colectivos a la medida justa que el patrono necesita y desea . Estas federaciones adscritas al régimen terminaron convirtiéndose en verdugos tarifados al servicio solamente de los intereses patronales, por tal razón las luchas se vuelven ficticias y cansonas, situación que empobrece el ánimo de lucha de los trabajadores quienes ven que sus exigencias inmediatas solo llegan hasta las mesas de negociaciones; triste realidad que nos trajo la macabra revolución del siglo 21.
El trabajador en la actualidad debe reaccionar de manera urgente, tiene la obligación de despertar de ese letargo inducido por un sistema socialista que no permite mejoras salariales para devolver un poder adquisitivo que permita garantizar al trabajador su propia subsistencia y progreso individual; esta visión no tiene nada que ver con los planteamientos del fantasioso régimen socialista . A los trabajadores con espíritu de lucha los invito a retomar las sabias y oportunas orientaciones del entonces peregrino de la esperanza Juan Pablo II DESPIERTA Y REACCIONA.