Lo hizo en la victoria de los Tigres de Detroit sobre los Guardianes de Cleveland cinco carreras por dos. Estuvo como tercero en la alineación y se fue de 3-0 con boleto.
Temas de Óscar D’ León y el Alma Llanera de Simón Díaz acompañaron los turnos de Cabrera. Especialmente único fue el último turno de la tarde. Cabrera llegó al home al abrir el séptimo inning y recibió cuatro envíos malos del relevista Enyel De Los Santos para sumar otro pasaporte a su carrera.
Para Venezuela fue una jornada especial, no solo por tratarse del último juego de Miguel Cabrera en las Grandes Ligas; sino porque el lanzador abridor fue Eduardo Rodríguez, el ganador del encuentro.
El zurdo valenciano laboró por espacio de siete episodios, permitió cuatro hits, le hicieron una carrera limpia, otorgó un boleto y ponchó a cinco. Pidió la bola especialmente para poder ser el lanzador del último juego de Miguel Cabrera y cumplió a cabalidad. Llevándose el triunfo.
UNA TARDE LLENA DE EMOCIONES PARA CABRERA
El adiós fue de esos episodios que dejan los vellos de punta: Miguel salió a custodiar la primera base, y después de un batazo de Steven Kwan que completó en out, fue sacado del campo.
Lo hizo tras una enorme ovación, acompañado de sus hijos y del mánager AJ Hinch. Para darle al adiós a un chico maracayero que hace historia.
Una tarde donde los fanáticos de los Tigres despidieron a un hombre franquicia. Cabrera ocupa los principales lugares ofensivos de la historia bengalí, más allá de todo lo que suma de por vida en líneas generales.
LE ESPERA COOPERSTOWN
Ahora pasarán cinco años hasta que pueda optar al Salón de la Fama. Lo esperan con los brazos abiertos otras tantas leyendas que, como él, marcaron pauta en el deporte de los diamantes.
(Con información de 2001)